Por el bien de la Fundación Mary Street Jenkins y de la UDLAP, el gobernador Miguel Barbosa Huerta llamó a los involucrados en el conflicto a que haya un “arreglo”.
Asimismo, pidió que no se “escuden” en el espíritu de la juventud universitaria para evitar que se conozcan los actos ilegales que se han cometido.
Y es que, insistió que el desvió de 720 millones de dólares de la Fundación Jenkins a paraísos fiscales refleja una gran colusión, confabulación de privado y entidades públicas.
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Por ello, actualmente hay un litigio en contra de los anteriores integrantes del Patronato de la Fundación Jenkins, de dicho proceso consideró que saldrán responsabilidades personales de toda índole hacia quienes creían que habían logrado dejar a la fundación sin capital y que dejaron a la UDLAP en manos de personas que permanentemente abusaron de la institución.
“Más allá de las auditorias, es lo que ya está en manos de autoridades (…) llamo a un arreglo por bien de la fundación Mary Street Jenkins y de la UDLAP, que no se sigan escudando en el espíritu de la juventud universitaria para que no se sepan los enormes actos ilegales que se han cometido”, expresó.
