Cada vez más personas comienzan a tomar parte en el debate diario sobre la calidad del agua, sobre todo en un momento en el que el mundo entero busca mejores alternativas de potabilización. Además de un correcto aprovechamiento de este recurso tan importante y cada vez más escaso.
El agua potable ha pasado por procesos de limpieza y desinfección agresivos, que cambian la calidad y composición de la misma. De hecho, es común que el agua potable arrastre contaminantes, virus y bacterias durante el traslado por las tuberías del sistema hídrico público.
Precisamente a partir de esta problemática es de donde surge el concepto del agua dura que podría estar afectando desde hace tiempo a tu hogar.
Conceptos básicos de la dureza del agua
Por supuesto, al hablar de dureza en el agua no se refiere precisamente a la que se obtiene al congelarla o al introducirla en un contenedor.
La dureza del agua tiene que ver más con sus componentes solubles, principalmente minerales que, en la mayoría de los casos se impregnaron en ella durante su transporte.
Calcio, magnesio, incluso sulfatos y cloruros, así como carbonatos se encuentran en cantidades demasiado altas en el agua potable.
Por si solos los minerales son importantes para mantener una correcta salud, pero en exceso pueden ser perjudiciales.
El consumir agua dura puede provocar a mediano y largo plazo problemas de salud como cálculos en los riñones, además de que al gusto es agua algo salada.
Cómo detectar el agua dura en tu hogar
Se puede conocer los componentes del agua potable que llega a tu hogar mediante un estudio químico de sus propiedades y pH, sin embargo, hay una opción más sencilla.
La gran cantidad de minerales que contiene el agua dura son imperceptibles a simple vista, pero podrás notar la formación de cristales en tus grifos o regaderas.
Quizá has notado también presencia de una capa blanquecina en las llaves de agua, esto es el signo más sencillo para identificar agua dura en tu casa.
Cómo eliminar la dureza del agua
Al proceso de disminución del agua se le conoce como suavizador o descalcificación y se realiza mediante el uso de filtros de agua especiales.
Estos filtros realizan un proceso de estabilización del pH y disminuyen la cantidad de minerales en el agua, dejándolos en un estándar ideal para su consumo humano.
Así es, con estos purificadores puedes incluso beber el agua potable sin preocuparte por su dureza, sedimentos o demás contaminantes.
El uso de purificadores se ha popularizado durante los últimos años y se presenta como una alternativa a la compra de garrafones de agua.
Además de disfrutar de agua completamente segura para beber, también disminuirás tu huella plástica al dejar de consumir esta clase de material.
Elimina todo contaminante del agua
Al final, la dureza del agua potable es un problema menor si se compara con el hecho de que esta puede contener una gran cantidad de contaminantes peligrosos.
El agua potable tiene un sabor desagradable que contrae gracias al uso de cloro residual, además, durante su transporte puede acarrear virus y bacterias peligrosas, micro plásticos y en algunos casos incluso metales pesados como el cromo y el cobre.
Para garantizar la descalcificación del agua y también la eliminación de todos estos contaminantes, lo más recomendado es el uso de un purificador de ósmosis inversa.
Este purificador tiene un tamaño ultra compacto que también puede instalarse debajo de la tarja de la cocina.
Mediante un proceso de 5 etapas en las que el agua potable es sometida a altas presiones se elimina la presencia de micro plásticos y metales pesados.
Además, se estabiliza el pH y se le dota de los minerales esenciales sin exceder la cantidad recomendada, es decir, se descalcifica el agua dura o, por el contrario, se le añaden minerales en caso de que la cantidad sea demasiado baja.